Historia de terror en Londres – Chinches de cama

Estuve viviendo por un tiempo en Londres y tengo muchas historias locas y no tan locas por contar o sucesos extraños. Como siempre en todos mis viajes algo me pasa. En este caso no es nada extraordinario ni fuera de lo común, pero si es algo que yo no sabía de su existencia antes de pisar suelo londinense. No tenía idea, en Argentina creo que las chinches de cama no existen y si existen no es algo común porque nunca en la vida lo había visto.

chinches de cama - historia de terror en Londres
Chinches de cama – Historia de terror en Londres
Historia de terror en Londres - chinches de cama
Historia de terror en Londres – chinches de cama

Resulta que durante mi estadía en Londres que fue bastante prolongada tuve varios alojamientos. Quien vivió allá sabrá que es muy común alquilar habitaciones. Algo que me pareció super extraño en un principio porque tampoco es algo común en mi país. Pero los costos son super elevados entonces las personas suelen alquilar habitaciones en casas o departamentos compartidos. Y con lo que uno paga por una habitación en Londres, en Argentina te alquilas un departamento entero.

Una noche al volver del trabajo muy tarde, llego a mi habitación y estaba con el velador prendido. Al acostarme veo que camina por mi cama un bichito que no sabía lo que era, pero me pareció un bichito común y corriente así que lo saco afuera por la ventana y me pongo a dormir. En ese alojamiento estuve un tiempo y después me mudé a otro. Durante mi estadía esa fue la única vez que vi ese bichito que aún no tenía nombre, me refiero a que no sabía quién era realmente. Todavía mi pesadilla no había comenzado.

historia de terror Londres
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Mucho tiempo después ya en mi nuevo alojamiento todo iba normal. Pero una noche nuevamente, me encuentro con ese mismo bichito de la otra vez, caminando por mi cama. Ahí me surgió la duda de que clase de bicho era ya que era como el otro y no sabía que tipo de insecto era. Por lo que se me ocurrió googlearlo. Buscaba fotos similares hasta que descubro que esos dos bichitos que había visto eran chinches de cama. Hasta ese momento las únicas chinches que conocía eran las chinches verdes. Que son unos bichitos inofensivos que hay en Argentina que se encuentran en la naturaleza y son verdes, muchooo más grandes y obviamente nada que ver el aspecto de ellos con estas chinches londinenses. No tenían nada en común solo parte del nombre.

Empiezo a leer toda la información y a espantarme cada vez más. Resulta que las chinches de cama se alimentan de la sangre de las personas, o sea ellas esperan a que te vayas a dormir y te atacan mientras dormís. Perciben el calor humano y saben cuándo alguien está en la cama así que aparecen. Por lo general la gente no se da cuenta porque salen cuando uno ya está con todo apagado y dormido en la mayoría de los casos. Pero sí mucha gente las descubre porque se empiezan a ver picaduras por todas partes del cuerpo, y según cuan infestado está el lugar podes encontrarte muchas picaduras.

Las chinches de cama son bichitos pequeños de color marrón, bastante chatitos, pero también los hay transparentes o color sangre. Sobre todo, las chinches bebes son transparentes o pueden tener color sangre ya que se transparenta después de que picaron. Más allá que causa terror lo que hacen, no son bichos peligrosos, ni transmiten enfermedades a través de las picaduras. Su aspecto tampoco da miedo, pero es lo que hacen, y el pensar que mientras estas durmiendo salen a picarte y sacarte sangre. Eso es lo que lo hace aterrador.

También hay que aclarar que su presencia nada tiene que ver con la limpieza de un lugar. Eso es algo que leí mucho y que después me lo confirmó el experto. Ya sabrán más delante de lo que hablo. Es muy común pensar cuando te encontrás estos bichos que se debe a algún problema de limpieza del lugar. Yo estaba en departamentos de extraños alquilando una habitación, que yo personalmente mantenía limpia a la perfección, pero uno en la ignorancia puede pensar que vienen de otras áreas del departamento en donde no hay mucha limpieza.

Hay que hacer mucho cuidado porque si estas en un lugar infestado es muy posible que se escondan en tu valija o en alguna ropa y sin saberlo las transportes a otro sitio. No sé si eso es lo que me pasó a mí, ya que vi una en la habitación anterior donde estaba parando. O si ya estaban en la habitación que había alquilado.

Son muy difícil de erradicar primero porque se esconden muy bien y es imposibles verlas a menos que salgan. Muchas veces están en zócalos, enchufes, partes de la cama o del colchón que no son visibles, pueden estar metidas adentro. Y otra cosa es que sobreviven a condiciones extraordinarias. Pueden vivir sin alimentarse hasta seis meses. Por lo que pueden ser realmente una pesadilla.

Volviendo al momento donde me entero que eran chinches de cama, esa noche no pude hacer nada al respecto así que mi idea fue dejar la luz prendida y dormir así, no solo el velador, sino que la luz más grande y potente. De esa manera tal vez la luz no las tentaba tanto y se quedaban dónde estaban (jajaj qué ilusa). Así que estuve toda la noche durmiendo intermitentemente y chequeando a cada rato si había algo. Obviamente con mucho miedo, ya que la situación me aterraba, pero no tenía donde ir. Tampoco cambiaba si me iba a dormir al piso ya que me iban a alcanzar en cualquiera parte donde este. Fue una de las peores noches, pero no la peor.

Al día siguiente se lo comunico a la dueña y me dijo que íbamos a tener que cambiar la cama, ya que era muy posible que estén metidas dentro de la estructura, era una cama viejísima, bueno y también llamar a un exterminador de chinches de cama. El problema es que el hombre recién podía ir a los cuatro días. Yo tenía que dormir porque tenía que trabajar, y de esa forma no dormía. Y no podía imaginarme que iba a tener que estar así cuatro largas noches más.

chinches de cama Londres
chinches de cama Londres

Ya sabía que la luz no las detenía, sé que la primera vez que las ví había luz, pero era una, por lo que pensé que tal vez una que otra salía, pero no todas. Pero no tenía nada que ver en realidad. Así que seguí otra noche más de esa manera, intentando dormir, despertándome cada 5 minutos para chequear si había alguna. Y me daba cuenta de que cada vez era peor, apenas abría los ojos había varias viniendo hacia mí. DE TODOS LOS TAMAÑOS. Había grandotas, pero también chinches bebes, transparentes, o algunas con puntos de sangre que me había picado.

Al día siguiente se me ocurrió una muy buena idea, y funcionó. La recomiendo para todo aquel que está pasando por esta situación y por cualquier motivo todavía no fue el exterminador. No soluciona el problema, pero al menos evita que se te acerquen y te piquen.

Lo que hice fue usar cinta scotch la más ancha y comprar un envase grande de crema corporal o de manos, la más barata. Y entonces en la cama que por cierto era una cama grande, ya solo con la sabana funda del colchón, pero sin sabanas ni acolchados, en mi caso hacia calor, así que no fue problema. Lo que hice fue cortar tiras de cinta scotch y pegarlas en cada borde de la cama. O sea, en el rectángulo que formaba, bien en los bordes sin dejar ninguna parte sin pegar la cinta, no sé si se entiende, debería encontrar la foto, porque la tengo. Y después llenar la parte superior de esas cintas que están bordeando toda la cama con crema. Obviamente tiene que ser una cantidad muy generosa de crema.

Esto lo que hacía era crear una barrera. Entonces yo estaba arriba de la cama metida dentro de esos bordes de cinta con crema que era de donde venían las chinches.

Durante las siguientes noches hasta que vino el señor no es que dormí tranquila, pero al menos cada vez que me despertaba para ver si había alguna chinche todas estaban ahí frenadas por la barrera de cinta y crema. Funcionó a la perfección porque no había forma de que pasen. Lo peor es que eran muchísimas, todas ahí a las vueltas queriendo pasar y no había forma. Salvo que trepen la pared y se tiren desde el techo a mi cama. Pero por suerte no ví que hagan eso. No es que dormí perfecto porque la verdad que seguí sin dormir o durmiendo intermitentemente, pero al menos ya no podían llegar a mí y un poco más tranquila estaba.

Subsistí de esta manera hasta que el exterminador de chinches de cama llegó y ahí se terminó el problema. Pero es increíble el trauma que te deja. No quiero exagerar, pero después por mucho tiempo estaba intranquila cuando dormía y perseguida, tenía miedo de que todavía haya alguna. Es raro como un bicho/parasito tan pequeño te puede afectar tanto. Tiempo después cuando volví a mi país me olvidé del problema, porque en Argentina no existen. Pero cada vez que viajo a algún lugar donde si son comunes me acuerdo siempre y me da pánico de volver a pasar por lo mismo. Y hasta ahora una sola vez me pasó en un hotel durante mi roadtrip por la costa oeste, pero eso queda para otro post.

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