Basilea tiene mucho que ofrecer, cuenta con un centro histórico muy bien conservado, edificaciones modernas, tres imponentes puertas de entrada a la ciudad y una catedral impresionante con una rica historia. Su ubicación no solo es privilegiada si no también estratégica, ya que se encuentra a orillas del rio Rin y de la colina Münsterhügel. En esta ciudad fantástica es donde se fundó la primera universidad suiza en 1460 convirtiéndola en un centro del humanismo. Como mencioné anteriormente Basilea tiene mucho que ofrecer, cosas para hacer y sitios que ver, podés chequear una lista más extensa de los lugares que visitar en este link, también su oferta cultural en este otro link, así también como los lugares donde comer y su vida nocturna. Pero aquí solo mencionaremos los lugares principales que ver en un día en Basilea.
1. Casco antiguo
El casco antiguo es uno de los lugares imprescindibles que ver en Basilea. Ya que es la parte más importante para poder conocer más de su historia. Paseando por sus calles adoquinadas y disfrutando de su arquitectura y toda la historia plasmada en el lugar. Es un sitio muy tranquilo donde dar un paseo. Aquí vamos a poder encontrar lugares como la iglesia Peterskirche, la Casa Blanca y la Casa Azul, plazas como Andreasplatz, calles famosas como la Heuberg, Spalenberg, Leonhardsberg, y mucho más.
2. Ayuntamiento
Sin duda es un emblema de la ciudad y lugar imprescindible que ver en tu visita a Basilea. El Ayuntamiento destaca principalmente por la fachada roja, la imponente torre y los alegres murales. Este edificio renacentista muy curioso que vale la pena visitar funciona hoy en día como sede para las reuniones del Parlamento Cantonal y el Gobierno Cantonal.
3. Puente Mittlere Brücke
El puente original se inauguró en 1226 y es uno de los puentes sobre el Rin más antiguos que existen. Se reconstruyó en 1905; una reproducción de la antigua capilla rememora los tiempos antiguos.
4. Fuente de Tinguely
En el lugar en el que solía levantarse el escenario del Teatro Municipal, el artista Jean Tinguely instaló en 1977 una serie de juguetonas esculturas mecánicas dentro de una fuente, dotando a Basilea de un nuevo emblema. Buscaba de esta manera que estas esculturas que eran diez personajes de hierro se mostrarán en constante movimiento manteniendo conversación representando lo que hacían en su día en este mismo lugar actores, bailarinas y mimos. Ya que aquí era donde se encontraba el escenario del antiguo teatro de la ciudad.
5. Puerta Spalentor
La Puerta Spalentor es una de las tres que se conservan y también es la más importante. Esta decorada por esculturas religiosas que datan del siglo XV y se encuentra ubicada en una torre cuadrada.
6. La Catedral de Basilea
Con sus dos impresionantes torres, la catedral es el emblema de la ciudad. Subir a una de las torres es una experiencia que no te podés perder. Tiene un estilo tardorrománico. Se reconstruyó en estilo gótico ya que anteriormente en el 1356 fue destruída en gran parte por un terremoto. Luego en 1421 fue ampliada por el arquitecto Ulrich von Ensingen.
7. El Rin
El Rin no te puede faltar en tu viaje a Basilea ya que es uno de los imprescindibles que ver. Es un lugar de encuentro no solo de locales si no también de turistas, muy popular sobre todo en verano. Separa la parte viaje de la parte nueva de la ciudad y sin duda es muy buen plan pasear por aquí.
8. Iglesia de Santa Isabel
La Iglesia de Santa Isabel es en honor a la patrona de la caridad. Tiene un estilo neogótico y data del siglo XIX y fue la primera iglesia protestante que se construyó en Basilea después de la Reforma.
9. Papiermühle en el barrio de St. Alban
Entre los muros de un antiguo molino el museo del papel preserva las técnicas tradicionales de fabricación de papel y vos también podrás ponerte manos a la obra.
10. Museo de Historia (Historisches Museum Basel)
La exposición permanente en el Museo de Historia muestra la evolución histórica de Basilea y su identidad como cruce de caminos entre Suiza, Alemania y Francia.
11. Ferris de Basilea
Los cuatros ferris “Wild Maa”, “Leu”, “Vogel Gryff” y “Ueli” que permiten cruzar el Rin movidos tan solo por la fuerza de la corriente, unen las orillas de Grossbasel y Kleinbassel.